VIDAS ENCONTRADAS
-Hola,
¿Te importa que me siente a tu lado?
El chico, hizo una señal de aceptación
-Perdona
por si te he asustado, pero es que no lo he podido evitar al verte sentado
enfrente, ha sido para mí toda una sorpresa, no me imaginaba encontrarte aquí.
El chico, todavía atónito, continúo
mirándola.
-Me
llamo Eva, tú no me conocerás pero yo sé mucho de ti.
-¿Qué
quieres decir? Siento ser tan directo, pero no te conozco de nada
Eva insistió
-Sí que
me conoces, tú y yo compartimos muchas cosas
-Te
puedo asegurar que nunca te he visto, aunque es verdad que me recuerdas mucho a
una persona de mi familia
Eva continúo
-Yo sé
que te llamas Pedro, que pasaste tu infancia en Granada con tu madre y que hace
pocos años volviste a Madrid
Pedro se asustó y pensó en cambiarse de
sitio, pero la curiosidad pudo más
-Eva,
no sé cómo sabes tanto de mí, pero has acertado en todo ¿Podrías contarme más?
Eva volvió a intervenir
-En tu
casa tienes millones de fotos mías y de los dos juntos.
-¿Quién
eres? ¿Una amiga de mi hermana?
Eva soltó
una carcajada
-Soy más
que eso, soy alguien que no se ha olvidado nunca de ti
Pedro cada vez entendía menos
-Esta
es mi parada, tengo que bajarme
-¡Pedro,
espera por favor!
-Mira
Eva, no quiero seguir con esta conversación, no sé quién eres y no sé de qué va
todo esto.
-Pedro,
de pequeño, te separaron de una de las personas que más te quería
-Si lo
dices por mi hermana, mis padres se divorciaron y ella se quedó con mi padre.
-¿Y de
verdad que nunca te has preguntado cómo es? ¿Dónde estará?
-Nunca
-Pedro
me gustaría decirte algo…
-Eva,
toma mi número de teléfono y ya hablaremos en otra ocasión, me tengo que bajar
ya
-¡Pedro
espera!
Pedro se bajó corriendo del vagón y continúo
por el andén
Eva cogió si móvil y escribo un WhatsApp:
-Estoy
en Madrid y por fin he hablado con Pedro, soy su hermana, y él tiene que
saberlo…
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